ACTUALIZANDO LA CARTA DE IJAN
lunes 27 de abril de 2009
Muchas cosas han cambiado desde octubre de 2008 cuando la Red Judía Antisionista Internacional publicó su carta fundadora. Por un lado, la recomendación de Escoto Brockmann, Presidente de la Asamblea General de la ONU para que las Naciones Unidas adopten el llamamiento al Boicot, Retiro de Inversiones y Sanciones. Por otro, las demandas cada vez más extendidas exigiendo el alto inmediato de los brutales ataques de Israel contra Gaza. Instituciones y gobiernos de todo el mundo, profundamente consternados por la actitud de Israel, han elevado sus voces de denuncia y de crítica.
Venezuela, Bolivia y Mauritania interrumpieron las relaciones diplomáticas con el estado israelí y Turquía pidió la expulsión de Israel de las Naciones Unidas. Amnistía Internacional reclamó un embargo de armas destinadas a Israel. La disconformidad popular llegó por cientos de miles, en todo el mundo se alzaron voces de protesta. Estas señales nos animan, al igual que el aumento de citaciones de distintos tribunales y audiencias contra criminales de guerra israelíes y las exitosas campañas por el boicot, retiro de inversiones y sanciones. Se han creado nuevas articulaciones entre las luchas de base y la lucha por la liberación de Palestina como también con movimientos contra la ocupación de Palestina, Irak, Haití y Afganistán.
Estos eventos ocurren en el peor marco de crisis mundial de los últimos tiempos, en donde se profundiza aún más la dependencia con el capitalismo del imperio, los EEUU y se evidencia en el impacto que causa en los pueblos del mundo. Sin embargo esta crisis es la oportunidad para unir las voces y exigir un sistema económico humanitario y no basado en la explotación. Reclamar por una vivienda accesible, asistencia médica, educación, salarios dignos, servicios sanitarios, acceso a recursos naturales, derechos y beneficios para inmigrantes y los que buscan asilo, medio ambiente sustentable y la firme oposición al incremento de estados policiales, cárceles indiscriminadas, represión y guerra como herramientas de presión y de represión.
Esta crisis demuestra la lógica que, tanto en lo militar como en lo económico, mantienen los EEUU, Europa, Australia y Canadá en relación con Palestina y la región en general. A través de la ocupación y el apoyo a la política represiva y al apartheid, es la ganancia lo que prevalece en detrimento de la salvaguarda de los derechos fundamentales. Si aprovechamos la coyuntura, estas cuestiones nos podrán unir. De lo contrario sólo servirá para producir miedo, resentimiento, interés egoísta y divisiones. Nuestras necesidades e identidades van a ser manipuladas para servir al orden imperial de guerra, encarcelamiento, sentimientos xenófobos, competencia entre trabajadores, islamofobia y más violencia.
La elección de Barak Obama en los Estados Unidos es el reflejo de una larga lucha civil. Si bien ese cambio de administración podría detener la represión interna y limitar las operaciones militares, las guerras por el petróleo y el control económico político mundial, no refleja ni un movimiento radical por el cambio social en los Estados Unidos, ni una transformación profunda en las relaciones internacionales. Para nosotros, sí, es justamente la oportunidad para exigir un alineamiento entre lo que significa simbólicamente la elección de Obama y un verdadero cambio en cuanto al racismo del sistema político y económico en los Estados Unidos, así como en las relaciones mundiales. De lo contrario esta elección permitirá que el imperialismo norteamericano se consolide aún más en las comunidades del país, ya que la gente, identificada con el gobierno, preferirá defender sus intereses antes que reivindicar un verdadero cambio.
En Israel las elecciones dieron como resultado un gobierno explícitamente racista. Las demandas de Netanyahu y Lieberman para que los palestinos que habitan Israel declaren bajo juramento lealtad al estado, refleja el nivel de acostumbramiento que la población Judía Israelí mantiene con el racismo y la connivencia con el apartheid. Los opositores están sometidos a la demonización y sufren la represión, no sólo por parte del estado, sino también por parte de la misma sociedad civil, como nunca antes había ocurrido.
Mientras en el exterior, la solidaridad y los movimientos de apoyo a Palestina se acrecientan y se multiplican, en el interior la inseguridad y el peligro de muerte convive con los habitantes, como lo demuestra el último ataque feroz de Israel contra Gaza.
Muchos nos preguntamos como hacer desde nuestros lugares de residencia para apoyar estos movimientos por la justicia, como multiplicamos el apoyo a los derechos de los palestinos, como aprovechamos las oportunidades que el momento nos presenta para apoyar la resistencia a la limpieza étnica, la explotación, la deportación y la discriminación y para avanzar hacia una perspectiva de justicia, igualdad y humanidad. La Red Judía Antisionista Internacional tiene como objetivo contribuir activamente en esta lucha. Desde Canadá, Inglaterra, Europa, Argentina y los Estados Unidos, hasta Sudáfrica y Australia, nuestro trabajo sigue desarrollándose a través del tejido de relaciones con militantes, organizaciones políticas y movimientos de base en los Estados Unidos, Reino Unido, Europa, Palestina, Líbano, Egipto, Venezuela e India.
Aplaudimos al Foro de Beirut por articular una amplia coalición de fuerzas que resisten el racismo, capitalismo e imperialismo. Nuestro compromiso es en el mismo sentido. Trabajamos con todos aquellos que comparten el mismo objetivo respetando las diferencias políticas, religiosas y culturales.
IJAN nace para jugar un papel activo de solidaridad y servir como un punto de referencia judío antisionista en el movimiento de solidaridad con Palestina y en las luchas antiimperialistas y anti racistas. Participa también en luchas unitarias por la justicia social y en la formación de movimientos para que la tarea se optimice. Los integrantes de IJAN agradecemos a quienes nos han animado y nos han dado la bienvenida para poder jugar este rol. Servimos como un punto de referencia tanto para judíos que saben qué significa el antisionismo, como para aquellos que lo descubren. Para facilitar la tarea, formamos grupos de estudio y brindamos talleres de aprendizaje para dejar el sionismo. Participamos en el esclarecimiento de las historias políticas, culturales y prácticas espirituales y religiosas basadas en el sionismo. Esperamos aumentar la perspectiva de las expresiones judías no sionistas, las que reclaman la historia de lucha radical judía y cuestionan las interpretaciones sionistas del genocidio nazi que les da privilegios y los aísla de otras historias de genocidio.
Las actividades de IJAN incluyen la participación en acciones locales de BDS y en la defensa de personas y organizaciones que han sido definidas como antisemitas por tomar una postura a favor de Palestina. En abril 2009, la red trabajó en cooperación con el BNC Palestino para la realización de la Conferencia de Revision de Israel en Ginebra. Participamos en Unidos contra el Racismo, una red emergente estadounidense de luchas de base, comprometidas con la justicia racial y económica y con la solidaridad con Palestina en el marco de un compromiso internacionalista. Unidos contra el Racismo está en proceso de formación, creando relaciones, desarrollando educación popular para las organizaciones participantes, realizando campañas y actividades de apoyo a las demandas de las luchas populares en EEUU y de la liberación Palestina. IJAN también participa en un proyecto de largo plazo junto con otras organizaciones: la elaboración de una campaña contra el Fondo Nacional Judío para desafiar sus prácticas y políticas de apartheid a través de la acción legal y popular.
A medida que nuestro trabajo se desarrolla, hacemos frente a una creciente oposición. Hemos enfrentado ataques por parte de organizaciones judías sionistas y se nos ha negado el uso de sedes para eventos por nuestra perspectiva. Podemos, en parte, medir nuestra efectividad por los intentos de censurarnos o atacar nuestro trabajo.
Esperamos trabajar conjuntamente con quienes están comprometidos con la lucha en solidaridad con Palestina y más ampliamente contra el racismo, colonialismo e imperialismo:
* Boicot, retiro de inversiones y sanciones contra compañías que participan en la ocupación de Palestina histórica e Irak,
* El derecho a todas formas de resistencia,
* El derecho inalienable al retorno y los derechos de los refugiados Palestinos como parte de luchas amplias por el asilo y derechos de inmigrantes,
* Libertad a los presos políticos: de Mumbia Abu Jamal hasta los inmigrantes, migrantes y a los y las demandantes de asilo en centros de detención y a los 11.000 prisioneros y prisioneras en Palestina,
* Los derechos de minorías étnicas y religiosas como parte de la creación de sociedades democráticas y pluralistas,
* Contra la Islamofobia ejercida por gobiernos, por fuerzas reaccionarias y por la izquierda,
* Reparaciones y procesos de justicia y reconciliación.
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