IJAN (International Jewish Anti-Zionist Network - Red Judía
Antisionista Internacional) filial Latinoamérica expresa su más enérgico repudio a la caza de brujas
y banalización y uso extorsivo y propagandístico de la historia del sufrimiento
judío por parte del Centro Simón Wiesenthal.
En una publicación, trascendida en estos días, el Decano
Asociado del Centro Simon Wiesenthal, Abraham Cooper y su Representante para
América Latina, Ariel Gelblung alegaron que una de las fotos de la campaña de
la Federación Palestina de Chile contra la presencia de la Orquesta Sinfónica
de Jerusalén en Santiago, en la que se ve a su Director manchado de sangre,
sería un “libelo de sangre”.
Para quien no sabe, “libelos de sangre” fueron acusaciones
calumniosas antijudías surgidas en Europa Occidental desde los primeros siglos de la hegemonía cristiana en las que se afirmaba que los judíos
realizaban, durante sus rituales religiosos, crímenes empleando sangre humana de niños degollados .
No hace falta ser experto en historia para darse cuenta de
la falsedad descarada de esta acusación proferida por los dirigentes del Centro
Wiesenthal.
De hecho, es obvio que las manchas con sangre en el Director
de la Orquesta israelí en la foto publicada por la Federación Palestina de
Chile denuncian la complicidad de la Orquesta con las masacres perpetradas por
el Estado de Israel contra palestinos y palestinas en su proceso de limpieza
étnica colonialista en tierras palestinas. Dichas masacres están perfectamente
documentadas por historiadores y periodistas, han sido repudiadas por muchas Resoluciones de
la ONU, y condenadas por diversos gobiernos y por Organizaciones de Derechos
Humanos. Como ya ha sido denunciado por IJAN y por otras organizaciones de
judíos antisionistas, dichas masacres, así como otras políticas criminales del
Estado de Israel, son totalmente contrarias a la herencia judía.
Ocurre que el Centro Simón Wiesenthal, debajo de una máscara
de “organización de derechos humanos y contra la discriminación”, es una
entidad que trabaja para promover el sionismo, la islamofobia y la censura de
la condena a los crímenes cometidos por Estado de Israel. Especializada en usar
el genocidio judío y la historia de persecución sufrida por los judíos a lo
largo de la historia como pasaporte para promover intereses sionistas en los
diversos países donde actúa (EEUU, Canadá, Francia, Argentina y Palestina) y el
mundo, esta institución ya ha sido denunciada anteriormente por sus nefastas
acciones.
En EEUU, por ejemplo, el centro Wiesenthal formó parte de
una coalición que se opuso empecinadamente a la creación de un Centro
Comunitario Musulmán en Manhattan. En Palestina, por otro lado, construyó un
museo (¡¡¡ que lleva el nombre de nada menos que "Museo de la Tolerancia!!!) sobre un
antiguo cementerio árabe. En Argentina, esta misma organización fue la
encargada de presionar e intimidar a funcionarios del gobierno para que pocos
días antes de la fecha anunciada (noviembre de 2012), anularan la permisión
para llevar a cabo en la Biblioteca Nacional el Tribunal Ético contra la
Ocupación y el Colonialismo por Israel en Palestina, en la que participaban
destacados referentes de la lucha por los derechos humanos. Como resultado de
esta cobarde injerencia intimidatoria, el Tribunal Ético tuvo que postergarse
para el año siguiente. En Brasil, el brazo largo del Centro Wiesenthal también
actuó contra la Libertad de Expresión, atacando al destacado artista brasileño
Carlos Latuff por sus caricaturas denunciando las masacres y otras injusticias
contra palestinos perpetradas sistemáticamente por el Estado de Israel.
Desde IJAN Latinoamérica, nos solidarizamos con la Federación Palestina de Chile y aplaudimos a las numerosas organizaciones
latinoamericanas solidarias con el Pueblo Palestino que, sin dejarse intimidar
por el Centro Wiesenthal, han dado su adhesión y apoyo a esta campaña continental contra la gira de la Orquesta Sinfónica de Jerusalén en América Latina.