jueves, 15 de julio de 2021

Caso AMIA: El Estado y el sionismo son cómplices responsables de la impunidad



El 18 de julio de 2021 se cumplen 27 años del atentado judeofóbico de la AMIA.

Los episodios de mayor judeofobia que vivió nuestro país durante toda su historia fueron los progromos del 15 de mayo de 1910 y de la semana trágica de 1919, el antijudaísmo manifestado en los campos de concentración de la dictadura de Videla, así como el atentado contra la sede de la AMIA en 1994.

Aunque el sionismo y el Estado argentino siempre se dijeron "defensores de la verdad y justicia" en cada aniversario del atentado, no caben dudas que sucesivos gobiernos del estado argentino, así como dirigentes sionistas, mediante la introducción de pistas falsas y de "zonas liberadas", promovieron el encubrimiento y la impunidad de los perpetradores del atentado. A 27 años, está claro que hay elementos del fascismo local inmiscuidos en la entramada de encubrimiento e impunidad de este crimen de lesa humanidad. También está claro que, para saber la verdad y obtener justicia, hay que investigar a fondo; no al supuesto "cuco islámico" (hipótesis promovida por el sionismo -por obvios intereses geopolíticos- y apoyada por los servicios de inteligencia argentinos -que están repletos de fascistas judeofóbicos), sino a través de una comisión investigadora independiente y desprovista de cualquier interés espurio.

El atentado a la AMIA no se pudo hacer sin participación de elementos locales argentinos. El Estado argentino, a través de sus diversos poderes, encubrió a dichos elementos, mientras que el sionismo y el imperialismo utilizaron este atentado para promover su política de invasión y/o guerra contra pueblos árabes y musulmanes (de Irak, Siria, Palestina, Líbano, Irán) según sus intereses geopolíticos internacionales.

A 27 años del atentado exigimos justicia por las víctimas y la creación de una comisión investigadora independiente que trabaje con los archivos secretos para esclarecer lo que pasó verdaderamente con este crimen contra el pueblo argentino y su colectivo judío. Es por esto que exigimos que se abran los archivos secretos del caso AMIA en manos del Estado.

#El Estado argentino y el sionismo son cómplices responsables de la impunidad.

#Apertura YA de la totalidad de los archivos del caso AMIA en manos del Estado.

domingo, 23 de mayo de 2021

Solidaridad con el Diputado Giordano y repudio a la persecución antipalestina en Argentina

 

La Red Internacional Judía Antisionista en Argentina (IJAN Argentina) expresa su repudio al ataque perpetrado por las organizaciones sionistas en Argentina y medios de difusión afines contra el Diputado Juan Carlos Giordano.

Es pertinente desenmascarar a estas organizaciones que, en complicidad absoluta con el Estado genocida de Israel, utilizan las mentirosas acusaciones de “antisemitismo” contra el Diputado Giordano y cualquiera que defienda los derechos palestinos, utilizando la ya gastada carta que pretende equiparar antisionismo con antijudaísmo.

Cualquiera que se tome el trabajo de leer el discurso del Diputado Giordano podrá ver que no hay una sola gota de antisemitismo en el mismo. Por el contrario, sus palabras expresan profunda humanidad en solidaridad con el castigado pueblo palestino, víctima de los bombardeos genocidas en Gaza por parte del ejército israelí, así como de continuos encarcelamientos, ejecuciones sumarias, torturas, destrucción de casas, y otras prácticas genocidas contra el pueblo palestino.

Es hora que se deje de asociar un genocidio contra un pueblo, el pueblo palestino, con intereses judíos. Este tipo de asociación sólo beneficia al sionismo. El sionismo NO representa a lxs judíxs ni al Judaísmo, sino que se esconde detrás del Judaísmo para perpetrar sus crímenes impunemente.  El sionismo es una ideología racista antipalestina que pretende imponer el supremacismo blanco judío en Palestina ocupada por Israel.

Como resultado de las políticas de los sucesivos gobiernos del Estado sionista de Israel, hoy existe en Palestina, desde el Río Jordán al mar Mediterráneo, un sistema de apartheid y persecución contra el pueblo palestino. El apartheid es un sistema estructuralmente racista y constituye, de acuerdo al Derecho Internacional, un crimen contra la humanidad.

Si lxs gobernantes del Estado terrorista de Israel todavía andan libres impunemente es porque han gozado de la protección de los sucesivos gobiernos de EEUU, los cuales consideran a Israel y su aparato militar un aliado estratégico para dominar la región del Medio Oriente.

Es hora de que los cómplices del sionismo y del apartheid israelí en Argentina sepan que ya se acaba la impunidad de sus acciones persecutorias antipalestinas en nuestro país. Es que lxs argentinxs siempre hemos sido, somos y siempre seremos solidarixs con los pueblos oprimidos, en particular con el pueblo palestino.

Señores cómplices del genocidio palestino en Argentina: ¡NO PASARÁN!

¡Viva la lucha del pueblo palestino por su liberación del apartheid sionista!

¡Viva la solidaridad internacional como la expresada por el Diputado Juan Carlos Giordano!

¡Solidaridad con el Diputado Giordano y con todxs lxs solidarixs con el pueblo palestino en Argentina!

¡Basta de persecución a quienes defienden el derecho del pueblo palestino a vivir dignamente, con igualdad y libertad, en su propia tierra! 


IJAN Argentina, 23 de mayo de 2021

viernes, 14 de mayo de 2021

Declaración de IJAN Argentina ante masacres perpetradas por el ejército israelí en Palestina ocupada

 


 La Red Internacional Judía Antisionista en Argentina repudia los bombardeos genocidas que está llevando a cabo el ejército del estado de Israel sobre Gaza, así como los encarcelamientos y ejecuciones realizadas en el resto de la Palestina ocupada.

No es la primera vez que el estado de apartheid sionista lleva a cabo este tipo de masacres de decenas a centenares de palestinas y palestinos, niñxs, jóvenxs y adultxs, con el objetivo de imponer su dominación sobre el pueblo ocupado, al cual viene saqueando desde el inicio del proyecto sionista a principios del siglo XX, pasando por la Nakba de 1947-48, la cual continúa hasta el día de hoy.

En este momento el poder sionista ha intensificado su brutalidad ante la revuelta unificada de todxs lxs palestinxs, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, contra los desalojos en los barrios palestinos de Sheikh Jarrah y Silwan y los ataques con balas y granadas de gases lacrimógenos contra las multitudes de fieles en la Mezquita durante el mes de Ramadán en Jerusalén.

Pero no es sólo eso: también se han intensificado los desfiles de hordas sionistas sedientas de sangre que, como la muchedumbre Ku Klux Klan en los estados de sur de los EEUU,  marchan por las calles de Palestina ocupada gritando “MAVET LA’ARABIM” (MUERTE A LOS ÁRABES), vandalizando y saqueando automóviles, comercios y casas de palestinxs, agrediendo y eventualmente linchando a todx palestinx que encuentran en su camino.

Todo este patrón de violencia genocida racista es el sionismo en estado crudo, sin maquillaje.  Decimos que sionismo no es Judaísmo; los sionistas no nos representan. El sionismo es colonialismo y racismo, al que repudiamos. En la pujante marcha de repudio a Israel en Nueva York hace unos días, numerosos miembros del grupo judío ultraortodoxo Neturei Karta se hicieron presentes. Entre sus elocuentes carteles, uno decía: “Torah demands: All Palestine be returned to Palestinian sovereignty” (La Torá exige que toda Palestina sea devuelta a soberanía palestina).

 Aplaudimos a la inclaudicable resistencia palestina que con gran coraje ha demostrado su resiliencia ante la descomunal brutalidad del opresor, quien ha podido enterarse que sus acciones, a pesar del apoyo de EEUU, la UE, las sobornadas monarquías árabes y la complicidad de la ONU, no son totalmente impunes.

Las movilizaciones de palestinxs a lo largo y ancho de toda la Palestina Histórica ocupada por el sionismo y los cohetes que cayeron sobre Tel Aviv, Ashdod, Lod, Jerusalén y otras ciudades han puesto en manifiesto la dignidad del pueblo, que no se doblega fácilmente ante la brutalidad del opresor. Como bien dice el lema palestino: ¡RESISTIR ES EXISTIR!

 ¡Viva el Pueblo Palestino y su lucha por la liberación del yugo sionista!

.¡Viva la solidaridad internacional! ¡Boicot y Sanciones a Israel!

¡Paren la guerra colonial del imperialismo, el  régimen sionista y sus cómplices contra el pueblo palestino!

¡Por la derrota del sionismo y su criatura el estado terrorista de apartheid!

 

miércoles, 21 de abril de 2021

Declaration of the International Jewish Anti-Zionist Network (IJAN-Argentina) in reference to the “Jerusalem Declaration on Anti-Semitism” (JDA)

  

The International Jewish Anti-Zionist Network (IJAN) in Argentina welcomes the “Jerusalem Declaration on Anti-Semitism" (JDA) which, despite some limitations, constitutes a document of significant strategic value in combating the malicious definition of the International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA) and its ill-willed “examples.”

The IHRA's “definition of anti-Semitism” with its “examples,” has been widely condemned by human rights bodies and academic, social and political organizations, including IJAN. It was designed to serve the interests of Zionism – that is, to protect the State of Israel from criticism, convictions and potential sanctions for its structural racism and its criminal policies against the Palestinian people, which have been classified as the crime of apartheid.

Such interests are contrary to the struggle against Judeophobia since they attribute anti-Jewish racism to something which is not anti-Jewish, especially the just action of defending Palestinian rights, which are  plainly and simply part of the fight for justice more broadly, and which are are guaranteed by the Universal Declaration of Human Rights and international law.

Judeophobia/anti-Judaism (wrongly termed “anti-Semitism”) is a particular form of racism, which manifests as prejudice, discrimination, hostility or violence towards Jews as Jews. It can also be a particular form of xenophobia under the argument that Jews from a certain country are foreigners, even though they be natives of that country. Incidentally, this Judeophobic position has been strongly fueled by Zionism, since it considers Jewish identity as a “nationality” and the State of Israel as the “nation-state of the Jewish people,” central elements of its supremacist project in Palestine.

It is important to note that all this debate about what Judeophobia is and what it is not has been incited as part of an attack by the racist and xenophobic right. Through  promoting a confusing definition of Judeophobia (that of the IHRA) in dozens of countries and institutions, the right has tried to achieve impunity for Zionism and its creature, the State of Israel, in the face of the historical and contemporary crimes which are the fruits of its colonial project in Palestine. In fact, it is clear that there has been an increase in the number of anti-Jewish attacks in the world not for lack of a good definition of Judeophobia, but mainly and precisely because of the strengthening of the racist and xenophobic right, of which Zionism and its “successful” colonial project in Palestine is not only part and parcel, but is furthermore “a model of action to be imitated.”

IJAN denounces and condemns this attack, and reaffirms that a true fight against Judeophobia must take place within the framework of the internationalist fight against racism and xenophobia, which have traditionally been linked to supremacist discourses and forms of extreme nationalism, currently booming in broad sectors of the United States, Brazil and Europe, among others.

We challenge the stigmatization and structural racism towards immigrants, Muslims and other minorities carried out by these movements, and we strengthen our solidarity with the Palestinian struggle against Jewish supremacism and Zionist apartheid in Palestine. In this sense, we recognize the value of the JDA in clarifying how that struggle, and in particular the Boycott, Divestment,Sanctions (BDS) movement, are not manifestations of Judeophobia, but are indeed on the contrary part of a legitimate anti-colonial and anti-racist struggle for a freer and more just world.

We thus call on the state, provincial and municipal institutions that, under the influence of Zionist propaganda, adopted the unspeakable IHRA definition of “anti-Semitism,” to reverse their stances and join the real battle against Judeophobia, which can only occur within the framework of a broader fight against all forms of racism and xenophobia.

Translated from the original Spanish version.

Notes: 

1. https://jerusalemdeclaration.org/

2. https://bdsmovement.net/A-Palestinian-Civil-Society-Critique-JDA

3. https://www.apdh-argentina.org.ar/sites/default/files/2020-09/1600365467503_Cuaderno%201-Antisemitismo.pdf

4. http://judiosantisionistasargentina.blogspot.com/2020/09/posicion-de-ijan-respecto-la-nueva.html

5. https://www.publico.es/internacional/palestina-b-tselem-denuncia-supremacia-apartheid-israel-aplica-palestinos.html

6. https://bdsmovement.net/es/what-is-bds

 


miércoles, 31 de marzo de 2021

Declaración de la Red Internacional Judía Antisionista (IJAN-Argentina) en referencia a la “Declaración de Jerusalén sobre la judeofobia”

 


Desde la Red Internacional Judía Antisionista (IJAN, por sus siglas en Inglés) en Argentina, damos la bienvenida a la “Declaración de Jerusalén sobre la Judeofobia” (JDA, por sus siglas en Inglés) que, aun con algunas limitaciones, constituye un documento de importante valor estratégico para combatir la malintencionada definición de la Alianza Internacional para la Rememoración del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés) y sus nefastos “ejemplos”.

Como fue ampliamente denunciado por organismos de derechos humanos y organizaciones académicas, sociales y políticas, incluyendo IJAN, la “definición de antisemitismo” de la IHRA con sus “ejemplos” fue diseñada para servir los intereses del sionismo, es decir, proteger al Estado de Israel de críticas, condenas y potenciales sanciones por su racismo estructural y sus políticas criminales contra el pueblo palestino, tipificadas con el crimen de apartheid.

Tales intereses son contrarios a la lucha contra la judeofobia desde el momento en que atribuyen racismo antijudío a aquello que no lo es, en particular al justo acto de defender los derechos palestinos, los cuales son simplemente parte de la lucha por la Justicia en general y están garantizados por la Carta Internacional de los derechos humanos y el Derecho Internacional.

La judeofobia/antijudaísmo (mal llamado “antisemitismo”) es una forma particular de racismo, que se manifiesta como prejuicio, discriminación, hostilidad o violencia hacia les judíes como judíes. También puede ser una forma particular de xenofobia bajo el alegato de que les judíes de un cierto país son extranjeres, aun siendo natives de dicho país. Dicho sea de paso, esta postura judeófoba ha sido fuertemente alimentada por el sionismo, dado que considera a la identidad judía como una “nacionalidad” y al Estado de Israel como el “estado-nación del pueblo judío”, elementos que constituyen el pilar de su proyecto supremacista en Palestina.

Es importante señalar que todo este debate sobre qué es y qué no es judeofobia ha sido activado por el ataque de la derecha racista y xenófoba que –a través de la promoción en decenas de países e instituciones de una definición confusa de judeofobia (la de IHRA)– ha pretendido lograr la impunidad del sionismo y su criatura, el Estado de Israel, ante sus crímenes históricos y cotidianos que resultan de la ejecución de su proyecto colonial en Palestina. Pues está claro que no es por la falta de una buena definición de judeofobia que ha habido un aumento en el número de ataques antijudíos en el mundo, sino principal y justamente por el fortalecimiento de dicha derecha racista y xenófoba, de la cual el sionismo y su “exitoso” proyecto colonial en Palestina no sólo forman parte sino que además constituyen “un modelo de acción a imitar”.

IJAN denuncia y condena dicho ataque, y reafirma que una verdadera lucha contra la judeofobia debe darse dentro del marco de la lucha internacionalista contra el racismo y la xenofobia, los cuales tradicionalmente han estado vinculados a los discursos supremacistas y las formas de nacionalismo extremo, actualmente en auge en amplios sectores de Estados Unidos, Brasil y Europa, entre otros. Cuestionamos la estigmatización y el racismo estructural respecto a inmigrantes, musulmanes y otras minorías llevado a cabo por estos movimientos y reforzamos nuestra solidaridad con la lucha palestina contra el  supremacismo judío y el apartheid sionista en Palestina. En este sentido, reconocemos el valor de la JDA en aclarar que dicha lucha, y en particular el movimiento Boicot, Desinversión, Sanciones (BDS), no sólo no constituyen  manifestaciones de judeofobia, sino que por el contrario son parte de esa legítima lucha anticolonial y antirracista por un mundo más libre y justo. 

Hacemos un llamado a las instituciones estatales, provinciales y municipales que, bajo influencia de la propaganda sionista, adoptaron la infame definición de "antisemitismo" de la IHRA, para que se retracten de su posición y se unan a la verdadera batalla contra la judeofobia, la cual sólo puede ocurrir dentro del marco de una lucha general contra toda forma de racismo y xenofobia.

viernes, 19 de febrero de 2021

Yo, judía argelina, no he olvidado los crímenes coloniales de Francia


Texto traducido del original en francés. También disponible en inglés:

YO, JUDÍA ARGELINA, NO HE OLVIDADO LOS CRÍMENES COLONIALES DE FRANCIA

Por Ariella Aïsha Azoulay

La autora de esta columna es descendiente de judíos argelinos, responde a Benjamin Stora y le recuerda el genocidio cultural de la Francia colonial en Argelia que tuvo como víctimas a todos los argelinos sin distinción de religión. Una columna sumamente interesante que debemos leer porque nos habla de una historia no escrita a la que B. Stora suma sus "grandes omisiones".

 

Estimado Benjamin Stora:

En 2017, el presidente francés Emmanuel Macron reconoció que la colonización de Argelia fue un crimen contra la humanidad. Como muchos otros, esperaba leer su informe recientemente publicado sobre el tema, que usted redactó a petición del Presidente. Sin embargo, después de leerlo, estoy consternada por la falta de discusión sobre los Crímenes Imperiales; no comprendo estas omisiones. Aunque hay muchas, me centraré en una de ellas: la destrucción de las culturas judías en el Magreb.

 Como usted, tengo un interés personal en estos asuntos. Nací en 1962, el año en que terminó la guerra (de independencia), cuando mi familia, la suya y la de otros 140.000 judíos se vieron obligadas a abandonar Argelia, consecuencia directa de su larga colonización. Como señaló usted en su libro de 2006 Los tres exilios de los judíos de Argelia, otros dos exilios precedieron a este. El primero ocurrió en 1870, cuando el decreto Crémieux separó a los judíos del resto de la población argelina y los transformó en ciudadanos franceses en su propia tierra; el segundo en 1940, cuando el gobierno de Vichy revocó este decreto y la ciudadanía francesa que lo acompañaba. Su libro me resultó muy útil, hace más de diez años, cuando empecé a cuestionar la identidad fabricada que me había sido atribuida al nacer: “la israelí”. 

 

 Cuanto más estudiaba las estructuras creadas para disociarme de mis antepasados ​​judíos argelinos, menos me reconocía en esta identidad asignada. La rechacé dos veces: primero como una forma de pertenencia, luego como un modelo imperial de la historia: un esfuerzo por marcar un nuevo comienzo (en 1948), una ruptura entre lo que se ha hecho, "el pasado” y lo que se permitió que fuera el futuro. La creación del Estado de Israel proclamó afiliaciones y formaciones anteriores sea inexistentes (Palestina), sea inapropiadas (judíos argelinos, judíos iraquíes, etc.). Desvalorizó la singularidad de varios grupos de judíos, los remodeló y se les incluyó en un grupo indiferenciado.

Este movimiento efectivamente prosiguió el proyecto napoleónico que consistía en regular la vida judía, haciendo del “pueblo judío” un sujeto histórico- nacional que solo se puede realizar plenamente al crear un Estado soberano propio.

 Cuando comencé a recopilar historias y recuerdos de lo que éramos, los judíos argelinos, hasta no hace mucho, noté un parecido sorprendente entre la identidad colonial que me fue atribuida y la que se atribuyó a mis antepasados argelinos en 1870. Mi padre dejó Argelia para ir a Israel en 1949, y el resto de mi familia tuvo que irse en 1962 a Francia, dejando atrás más de dos milenios de vida árabe judía en el Magreb. Podemos decir que somos de origen argelino, pero el colonialismo destruyó el mundo común en el que se materializaba esta identidad.

 Cuando a mis antepasados se les hizo ciudadanos franceses, no dejaron de ser colonizados; "concederles" la ciudadanía colonial como colonos era otra forma de colonización francesa, no su final. De hecho, fue el principio de un proceso de desarraigo. Los judíos fueron separados del pueblo entre el que vivían y con quien compartían lenguas, cosmologías, creencias,  vivencias, tradiciones, paisajes, historias y recuerdos. Algunos judíos argelinos aceptaron la ciudadanía francesa, pero en 1865 la mayoría se negó a solicitarla. Los tres exilios que describe en su libro son ejemplos del alto precio que pagaron los judíos por la ciudadanía de sus colonizadores, una decisión que también afectó a sus descendientes.

El hecho de que algunos hayan decidido aceptar esta decisión, y que luego encontraran la manera de sacar provecho de su ciudadanía, no quita nada al carácter colonial del procedimiento que empuja a las personas a devenir diferentes de lo que son.

Estudiar el vínculo entre estas dos identidades de colonizadores, los franceses y los israelíes, me ayudó a comprender el papel que desempeñaban al servicio de los intereses de las grandes potencias coloniales europeas: a saber, disociar a los judíos de los árabes y musulmanes e incorporarlos en la construida  "tradición judeocristiana". Por supuesto, algunos judíos se ofrecieron como voluntarios para ubicarse en el “marco más amplio de la civilización occidental”, como lo describe Susannah Heschel.

Pero este hecho sólo demuestra el papel importante que el ataque colonial contra la diversidad humana y su incitación para "asimilar" tuvieron  -y siguen teniendo- en el proyecto colonial. Cuando los judíos del Magreb y de Oriente Medio fueron asimilados por la fuerza a la figura europea del judío como ciudadano, fueron entrenados para considerar a árabes y musulmanes como personas a parte. Y a través del Estado de Israel, han acabado por verlos como sus enemigos.

 Desafortunadamente, este contexto está totalmente ausente de su informe, que no menciona en ningún momento a los tres exilios de los que hablaba en su libro. Sin embargo, el primer exilio se debería comprender como el contexto en el que se pudo crear el Estado colonial de Israel -basado en la destrucción de Palestina. Y cuando tuvo lugar el tercer exilio en 1962, Israel ya había cimentado la enemistad entre judíos y árabes en una fijación de la condición judía. Para decirlo sin rodeos, el Estado de Israel funciona, entre otras cosas, como liquidador de la responsabilidad francesa por los crímenes coloniales de Francia contra los judíos en Argelia y en otros países musulmanes.

 En esta transacción, la ciudadanía colonial y un estado judío colonizador son “obsequios” coloniales destinados a reembolsar a sus víctimas con moneda colonial para mantener el proyecto colonial. Con la ciudadanía francesa "concedida" y un Estado-nación judío, se supone que los judíos del imperio y sus descendientes simplemente deben seguir adelante, olvidar el mundo destruido del que todavía podrían ser parte y, en cambio, convertirse en parte del mundo imperial, ciudadanos-operadores de tecnologías que continúan perpetrando crímenes contra la humanidad.

No considero que los crímenes imperiales sean hechos pasados; siguen vigentes, y las instituciones, estructuras y leyes que las hacen posibles todavía deben ser desmanteladas y abolidas. Por lo tanto, me niego. Estos regateos no terminan con la colonización, sino que la perpetúan. Facilitan el nombramiento de ciertos judíos para perseguir a otros judíos que continúan luchando por la completa descolonización de todos aquellos que han sido y son colonizados y de las instituciones que fueron creadas para el proyecto colonial. Nuestros antepasados en el Magreb fueron víctimas directas de la violencia colonial, aun cuando poco a poco fueron aceptando el regateo que les impusieron estos tres exilios.

 ¿Deberíamos nosotros, sus descendientes, aceptarlos y estar sujetos a ellos? ¿No tenemos derecho a continuar la lucha contra el colonialismo francés y el colonialismo israelí y luchar para revertir el curso de los crímenes imperiales?

Creo que no solo tenemos el derecho, sino la obligación de hacerlo. No considero que los crímenes imperiales sean hechos pasados; siguen vigentes, y las instituciones, estructuras y leyes que los hicieron posibles aún deben ser desmanteladas y abolidas.

La historia no puede generar el milagro que los arquitectos imperiales esperan de ella: hacernos creer que los crímenes imperiales terminaron cuando los imperialistas han reconocido sus crímenes. Su informe cumple una función similar, intentando relegar estos eventos al pasado, incluso si perduran en el presente.

De hecho, su informe ilustra lo que propongo llamar el cuarto exilio de los judíos argelinos: su eliminación de la historia de la colonización de Argelia. En 160 páginas, su informe ofrece solo dos párrafos sobre una comunidad judía que antaño existía en Argelia. En realidad, no se trataba solo de una comunidad, sino de múltiples y diversas comunidades judías árabes bereberes.

 Sólo por el crimen colonial contra la humanidad se vieron obligados a convertirse en una, como preludio de su desaparición. La liquidación de estas comunidades antiguas, por lo tanto, se presenta en su informe como un “no evento” y se califica como una señal de progreso. No se hace mención de los crímenes perpetrados contra ellas: los tres exilios, el antisemitismo europeo importado, la reeducación forzada, la separación de su cultura, el confinamiento en campos de concentración argelinos.

La eliminación de esta historia refleja los regateos coloniales que hizo de estos exilios las supuestas "ganancias" de los judíos, su entrada en el mundo ilustrado de la modernidad secular. Por tanto, usted ha proporcionado al Estado francés la "prueba" científica de que su colonización estaba dirigida exclusivamente a los musulmanes y bereberes (se supone que estos últimos excluyen a los judíos). Estas omisiones tienen graves consecuencias. Habiendo sido afectada por los proyectos coloniales franceses e israelíes de ingeniería humana, no fue hasta los cincuenta años que pude reconstruir la historia de miles de años de vida judía en el Magreb y adquirir ciertos recuerdos de mis antepasados que me fueron negados en el proceso de hacer de nosotros unos buenos ciudadanos del imperio.

Para esta eliminación de los judíos de 132 años de colonización, se debe considerar que la violencia imperial es un progreso. De lo contrario, ¿por qué borrar a este grupo de la historia del proyecto colonial francés? ¿Pero es tan fácil aprobar esta “historia” de progreso? ¿Eligieron los judíos ser el objetivo del antisemitismo de los colonos una vez que se convirtieron en franceses? ¿Quisieron salir de Argelia en 1962? ¿Decidieron ser cómplices del final de la vida  judía en Argelia? ¿Firmaron una salida colectiva del mundo de sus antepasados? ¿Cómo llegó usted a asumir el papel de enterrar este mundo?

Esta última pregunta, por qué fue usted elegido para escribir este informe, requiere una atención especial.

Más allá de sus conocimientos, creo que no soy la única que piensa que fue seleccionado en parte porque es judío y por la posición del judío en el proyecto colonial. Es difícil hablar abiertamente sobre esta posibilidad en un momento en que el significado del antisemitismo está en manos de los Estados-nación imperiales que apoyan el desastre del régimen del Estado de Israel. No obstante, tenemos que pensar en lo que esto significa.

 El hecho de que el gobierno eligiera a un judío para escribir este informe no es una coincidencia, sino una trampa. En este mundo todavía imperial, se espera que los judíos actúen como ciudadanos vírgenes, para demostrar, como escribe Houria Bouteldja, su "deseo de fundirse con la blancura... de encarnar los cánones de la modernidad". Esta posición fue creada por al menos tres acuerdos imperiales que no se deben cuestionar. El primero es el mercado de la ciudadanía: un buen ciudadano francés de origen judío no puede sino dejar su judeidad en casa, especialmente en el ejercicio de su profesión.

Ya en su libro, usted demostró este tipo de patriotismo francés al presentar a estos tres exilios de los judíos como hechos pasados, objetos de una investigación histórica. Su vida en común con los musulmanes habiéndose convertido en un pasado difunto, podían integrarse en la historia europea.

 El segundo acuerdo acepta el Decreto Crémieux tal como lo concibieron sus arquitectos, como la concesión de un regalo en lugar de un uso unilateral de la fuerza, que contribuyó a la destrucción de sus diferentes formas de vida. Esta representación omite la forma en que el Decreto robó a los judíos su herencia, su mundo y sus tradiciones.

 El tercero asume que Francia ya había saldado sus deudas con "el pueblo judío" como sujeto histórico en 1995, cuando la nación admitió su responsabilidad en la deportación de los judíos de Francia durante la Segunda Guerra Mundial. No importa que los crímenes de Vichy contra los judíos argelinos tuvieran lugar en Argelia y que su vida en Argelia no pueda ser transportada retroactivamente a Francia. Al aceptar estos acuerdos, su informe se presenta como una historia imparcial, haciendo avanzar concienzudamente la misión del Estado. Pero este es exactamente el problema. No hay nada solemne en participar en crímenes imperiales.

 El Imperio inventó el pasado y encargó a archivadores e historiadores que convirtieran sus crímenes en objetos históricos de investigación imparciales. Incluso utiliza a sus víctimas para afirmar que no se ha cometido ningún delito contra ellas. Para resistir a estas limpiezas imperiales, no debemos ser imparciales: debemos exigir en particular que sean las víctimas de estos crímenes que escriban la historia. Sólo aquellos que se niegan a olvidar, que pueden hablar desde este punto de vista, son capaces de deshacer la obra del imperio y hacer avanzar la causa de lo que yo llamo desaprendizaje del imperialismo. No se debe permitir que ningún historiador cometa omisiones tan importantes. Tampoco debería usted suponer que las víctimas de los crímenes coloniales y sus descendientes aprueban estos acuerdos cuyo sentido era y sigue siendo la liquidación de su mundo diverso.

En lugar de servir a este proyecto imperial, su informe podría haber ofrecido un repertorio sin concesiones de los crímenes franceses cometidos contra argelinos y de los crímenes coloniales contra la humanidad. Pudo haber dibujado la cartografía de los vínculos entre estos crímenes y las instituciones imperiales: policía, prisiones, capitalismo racial, archivos, museos, ciudadanía, etc. - que les permitió y sigue facilitando sus consecuencias en Francia, en particular en lo que respecta a los argelinos, víctimas a la vez de la islamofobia y del antisemitismo de Estado.

Si hubiera respondido a esta invitación, afirmando su posición de árabe-judío, víctima de la colonización francesa de Argelia, también hubiera podido pedir firmar el informe junto con un argelino musulmán francés. Esto habría brindado la oportunidad de hacer un recuento más  completo de los crímenes imperiales y de sus consecuencias persistentes, y de derrocar al quinto exilio de los judíos: su alienación de los árabes y musulmanes en el nuevo mundo que tuvieron que compartir fuera de su tierra natal, en Francia.

Con estos gestos, incluso un informe oficial podría haber brindado a nuestros descendientes los recursos para continuar la labor de abolición del imperialismo. Sin ellos, su relación solo sirve para enraizarla.

 

Ariella Aïsha Azoulay

martes, 19 de enero de 2021

Ansaloni y Trump: Sionistas y Judeófobos

 


A poco más de diez días sucedieron dos hechos, casi consecutivamente, que consideramos desde la Red Internacional Judía Antisionista (IJAN, por sus siglas en Inglés), de profunda relevancia y merecedores de análisis. Por un lado, la insurrección e intento de golpe de Estado en el capitolio de los Estados Unidos por individuos de tendencias políticas profundamente judeófobas, llevando consigo lemas como 6MWNE (acrónimo de "six million was not enough", “seis millones no fueron suficientes” en inglés, un lema neonazi de quienes se burlan del genocidio judío perpetrado por los nazis en Europa durante la Segunda Guerra Mundial), y "Camp Auschwitz". Por el otro lado, el vergonzoso descargo del diputado Ansaloni, electo de la coalición Juntos por El Cambio en Argentina, en una reunión dónde declaraba: "Estamos más unidos que nunca, nadie nos romperá a nosotros. Porque por ahí son como los judíos, que no tienen patria y no saben dónde están o a quién representan". Para algunes el único hilo conductor podrá ser la judeofobia de dos sectores de derecha. Sin embargo, hay dos hilos conductores íntimamente relacionados con el primero y también entre sí, que son el apoyo ideológico acérrimo al sionismo y el silenciamiento del activismo palestino y de grupos solidarios con la causa palestina.

En primer lugar, debemos denunciar que estos mismos individuos, estos mismos grupos que marchan bajo consignas neonazis, o que niegan que les judíes pertenezcamos a los países a los que pertenecemos y que cuestionan nuestra lealtad sólo por ser judíes son quienes afirmaban que la única forma de apoyar a la comunidad judía era imponiendo la fraudulenta definición de antisemitismo de la Alianza para la Rememoración del Holocausto (IHRA, por sus siglas en Inglés)1. En  Argentina, son ellos quienes tildaron de antisemitas al Frente de Izquierda Unidad y a todes quienes criticaban la instrumentalización de la lucha contra la judeofobia para silenciar las críticas al Estado de Israel. En Estados Unidos, realizaron numerosas campañas de difamación contra la representante somalí-estadunidense Ilhan Omar y contra la representante palestina-estadunidense Rashida Tlaib, por ser críticas del lobby pro-israelí en EE.UU y denunciar duramente el accionar del Estado de Israel.

Debemos asimismo señalar que esto no es accidental: el sionismo basa en parte su razón de existir en la idea de que les judíes no pueden estar segures en ningún lugar excepto en su criatura de apartheid, el Estado de Israel, el cual es supuestamente el estado-nación exclusivo de les judíes. La derecha, histórica, esencial e ideológicamente racista y xenófoba, por supuesto que considera, sea en forma íntima o más explícitamente, como lo manifiestan Ansaloni y los sicofantes adoradores de Trump, a les judíes como extranjeres en sus países de origen. Es así como, en una aparentemente paradójica confluencia de intereses, tanto la derecha xenófoba como los grupos de lobby sionistas (con miembros tanto judíos como no judíos), han trabajado codo a codo, a lo largo de las décadas, para discriminar a les judíes sugiriendo su condición de apátridas excepto en el “estado judío” y, en particular, para separar a judíes trabajadores de quienes han sido histórica e ideológicamente sus aliades: los grupos anti racistas, de la izquierda revolucionaria y del progresismo.

Lo que buscamos expresar aquí es no sólo que el grito de la derecha acusando de "antisemitismo" a la izquierda y a los grupos que se solidarizan con la causa palestina es falaz, hipócrita y deshonesto, sino además que, al contrario de lo que estos sectores nos intentan hacer creer, las luchas contra la judeofobia y el sionismo no son antagónicas, sino complementarias. Es más: la lucha contra la primera requiere necesariamente de la lucha contra lo segundo.


IJAN Argentina

Notas:

1.       1. Ver https://judiosantisionistasargentina.blogspot.com/2020/09/posicion-de-ijan-respecto-la-nueva.html .

lunes, 11 de enero de 2021

IJAN’S STAND REGARDING THE NEW DEFINITION OF “ANTISEMITISM” DRAFTED BY THE INTERNATIONAL HOLOCAUST REMEMBRANCE ALLIANCE (IHRA)

 


English translation of the original statement published in Spanish by IJAN Argentina and Spain


The State of Israel was founded on racism, discrimination and Jewish exclusivism

INTERNATIONAL JEWISH ANTI-ZIONIST NETWORK – IJAN

September  2020

 

1.- The International Jewish Anti-Zionist Network hereby expresses its repudiation and rejection of the new definition of “antisemitism” that is being promoted by the International Holocaust Remembrance Alliance as we consider it to be a subsidiary instrument of the zionist movement and the State of Israel, with its objectives being:

a.   to reinforce the mythology and the whole set of ideological operations constructed to justify their exclusivist project

b.      to silence any criticism towards zionism and the State of Israel.

2.- The primary goal of the definition proposed by the IHRA is to establish an equivalence between antisemitism and antizionism.

a.       It is a political and semiological operation designed to confuse the public and

b.      muddy the political foundations of criticism towards zionism and the State of Israel

 

3.-We in IJAN hold that zionism is not representative of the whole of world Jewry  and that in no way, shape or form can criticism of this ideology or of the State of Israel be considered equivalent to “antisemitism”.

4.- What is zionism then and what are the criticisms that can be levelled at it?

a.       It is a movement, an ideology and a project born at the end of the nineteenth century amidst the rise and under the influence of European Judeophobia. It is therefore, not a constitutive part of Judaism.

b.      It represents a settler-colonial project, which has slowly conquered and colonized Palestine, bringing about a process of ethnic cleansing of its native population which goes on to this very day.

 

 

 

 

 

c.       It is an exclusivist and racist project, tied to imperialism and anchored in the orientalist prejudice towards Palestinians and Arabs in general. It practices and promotes islamophobia. It relies as well on the support of millions of followers of Christian zionism, in politically right wing and far right organizations.

d.      It set itself up as a form of tribal and ethno-religious nationalism, which aims: to turn the Jewish people, a cultural collective which has always been historically and linguistically diverse, into a national and homogenous entity standing behind a process of conquest and colonization

- gather the entirety of the world Jewry with the objective of creating a new community (a nation) in a new State in the Middle East, in the lands of native Palestinians, claiming therein supposed “historical rights”.

- mobilize the Jewish communities in order to support its project and the State of Israel’s policies.

e. It denies and repudiates the existence of other Jewish identities: non-nationalist identities, Yiddish cultural identities, and most of all, non-European Jewish identities (Arab Jews, Persian Jews, etc.)

f.  It builds an apartheid regime which denies (with differing degree) the civil and political rights of the Palestinian people that live today in the State of Israel and of those living in occupied Gaza and the West Bank. And it denies, furthermore, the right of return of millions of diasporic Palestinian refugees around the world.

g. It stands in violation of  basic human rights.

h. It has been in the past, and is currently allied to and a collaborator with authoritarian and anti-popular regimes (especially in matters of security and the military).

 

5.- What is antizionism?

a.     Antizionism is a broad movement, containing within it a variety of standpoints: religious, secular, Marxist, anticolonial and liberal.

b.  The secular and progressive political orientation taken by IJAN follows the logic of human rights and internationalism. It repudiates Judeophobia and any other form of discrimination (Islamophobia, racism against the Roma people, anti-Black racism, etc.). It questions the ideological basis of the Zionist movement and the State of Israel as a colonialist, exclusivist project of conquest and colonization in Palestine, which illegitimately claims to be carried out in the name of the entirety of the world Jewry.

6.- What are the points and arguments IHRA deploys to silence criticisms of Zionism, and                     why are we in disagreement with them?

 

  

According to the definition of IHRA,

A)     To accuse Jewish citizens of being more loyal to Israel, or to the alleged priorities of the Jews of the world, than to the interests of the countries of their citizenship

B)     To consider Jews responsible for the acts of the State of Israel

 

Are acts of antisemitism.

IJAN: The elevation of Jewish identity, considered as a national identity above any other form of social or collective grouping, is a central element of Zionist ideology. Its creature, the State of Israel, arrogates to itself the representation of all Jews in the world, seeing them as belonging to the state’s actual or potential population.   

 

    C) Denying Jews the right to self-determination, for example, by claiming that the existence of the State of Israel is a racist enterprise.

IJAN: We do not consider the Zionist movement as a movement of emancipation, nor of national liberation. We do not recognize the Jews of the world as a national collective. The right to self-determination arises and applies to peoples oppressed by colonialism, which is not the case with Judaism. Even if the Jews of the world were thus oppressed, their right to self-determination could in no way be exercised at the expense of another people and in violation of international law.

We maintain that the Zionist movement and the State of Israel are founded on racism, discrimination and Jewish exclusivity. We maintain that a state, as an institution, can never be the object of discrimination, but merely of repudiation and criticism.

 

7.- Finally, the IHRA's statement undermines the freedom of expression of those who question the State of Israel and Zionism.

 

FOR FURTHER INFORMATION: https://palestinalibre.org/articulo.php?a=76216

CONTACTS: IJAN internacional http://www.ijan.org twitter: @IJAN_network https // www-facebook.com / groups / 48510138096

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